Home > La belleza del mal(4)

La belleza del mal(4)
Author: Annie Ward

   Por fin me mira a los ojos.

   —¿Maddie?

   —¿Sí?

   No sé por qué, pero me doy cuenta de que estoy cerrando y abriendo los puños. Cuando escribía, solía tener el síndrome del túnel carpiano, y hacía este ejercicio cuando me dolían los puños. Dejo de hacerlo.

   —Vayamos al grano y empecemos por algo fácil. Quiero que escribas veinte cosas que te provocan ansiedad. —Me pasa una cuartilla con rayas y un bolígrafo—. No lo pienses demasiado, tú solo escribe lo que te asusta o te pone triste o nerviosa. Escribe lo primero que te venga a la cabeza, ¿de acuerdo?

   —De acuerdo.

        Cuando Charlie llora. Cualquier cosa mala que le pase a Charlie.

    Cuando Ian bebe vodka en el sótano. O cuando no hay manera de que se despierte.

    Cuando disparan contra niños en un colegio o, en realidad, cuando alguien se pone a disparar al azar a un grupo de personas, pero especialmente a niños. Tampoco me gusta que haya armas dentro de casa.

    Cuando conducen un camión articulado gigante en medio de un desfile en un paseo marítimo de Francia y se cargan a todo el mundo.

    El ISIS.

    Parece una bobada, pero me asusto cuando voy a algún sitio a conocer gente nueva y quieren sentarse en círculo y que les hable de mí. He dejado de ir al brunch de las madres de Meadowlark por eso.

    Cuando el chico de Oriente Medio que utiliza la cinta de correr que tengo enfrente, para y se va dejándose allí la mochila.

    Cuando llamo a los perros y no vienen y no puedo encontrarlos. (Seguramente, porque me pasó anoche. Excavaron por debajo de la valla, pero no los atropelló ningún coche. He tapado el hueco de la valla por donde se escapan.)

    Cuando mis padres o Charlie enferman. Nuevas cepas mortales de gripe.

    Cuando Ian va a trabajar a países peligrosos. Todas las cosas que podrían torcerse.

    Funerales. Hospitales y lagos.

    Cuando Ian se enfada con Charlie.

    Que un caimán salte fuera de la laguna Disney y arrebate a un crío directamente de los brazos de su padre.

    Cuando el corazón me late descontroladamente. Suele pasarme cuando empiezo a añorar a Joanna y a pensar que lo más seguro es que me odie.

    Ahogarse, especialmente los niños pequeños sirios que el mar arrastra muertos a la costa. No puedo soportarlo, a veces me dura días y sueño con que Charlie se ahoga. A veces me preocupa que también se ahoguen los perros. Maremotos.

    Cuando llevo a Charlie al parque y, de repente, desaparece y no consigo encontrarlo.

    La oscuridad de algunas personas. Como ese tipo de Alemania que pagó a otro tipo para que fuera cortándolo poco a poco, lo cocinara y se lo comiera.

    Cuando Charlie llora.

    Cuando tengo que dejar a Charlie con Ian.

    Pensar que hay algo que no está bien en mí.

 

   Deslizo la hoja hacia Camilla, a quien (ahora que he podido verla mejor, en pantalones de yoga ceñidos y acampanados estilo años setenta) tengo la tentación de llamarla en privado «Camello», por esa moda de ir marcando la raja del coño como si fuera la pata de un camello.

   Empieza a leer en silencio.

   —Creo que me he repetido. Creo que he escrito «Charlie llorando» dos veces —le digo.

   Ella asiente, concentrándose en mi lista.

   —La repetición puede ser reveladora.

   Al cabo de unos minutos levanta la vista hacia mí y esta vez no pierde el tiempo con sutilezas. Sus ojos hacen una excursioncilla arriba y abajo por el destrozado y sinuoso camino que discurre de mi labio a mi frente.

   —¿Te sigue doliendo?

   —Cuando sonrío. Un poco.

   —¿Por eso no sonríes?

   —¿No sonrío? Yo diría que sí que sonrío. —Y sonrío para demostrarlo.

   —¿Has ido a ver a un cirujano plástico?

   —No, pero supongo que terminaré yendo.

   Lo cierto es que siempre he sido lo que mi abuela llamaba jolie laide. Una fea guapa. Mis ojos son peculiares, de un gris pálido. Mi sonrisa es asimétrica y la forma de mi cara tiene un aire de zorro. Nunca me ha faltado atención masculina, pero sé que, si poseo un atractivo, está en mi rareza. Aún no he decidido si me gusta o no mi cicatriz. A veces, cuando me miro en el espejo, pienso que es una cubierta mucho más sincera del libro que soy.

   Camilla asiente, los ojos húmedos de empatía materna. Da un golpecito en mi hoja.

   —Piensas mucho en lo que llamamos «catastrofización».

   —No conocía la palabra.

   —Ahora, con el flujo constante de malas noticias, es cada vez más común. Es el temor irracional a la catástrofe. Es fácil sobrestimar la posibilidad de que una tragedia extremadamente inusual te sobrevenga a ti o a tus seres queridos.

   Me planteo decirle que conozco muy bien eso de las tragedias poco habituales, pero mejor me guardo esa información para mí. Así pues, me limito a decir:

   —Los accidentes ocurren. Cualquier cosa, en cualquier momento.

   —¿Cualquier cosa? ¿Caimanes? —Sonríe, se inclina hacia delante y me guiña un ojo—. ¿Caníbales alemanes?

   Me encojo de hombros y no puedo evitarlo: me río. Caníbales alemanes.

   —Pero aquí está pasando algo más —dice. Su buen rollo se esfuma y se pone más seria que un muerto—. ¿Te gustaría contarme algo más de tu relación con Ian? ¿Es el padre de Charlie?

   Asiento. Para ser clara, me encantaría contárselo todo acerca de Ian. En serio, porque es una gran historia. Sin embargo, por alguna razón, me quedo sin habla. Pensar en lo que le ha sucedido a Ian es demasiado para mí. Estoy paralizada, mi lengua es un pez limoso encajado en mi boca, agua cenagosa en mi nariz. A veces, sucede. Recuerdo que me retuvieron debajo, la cara unos centímetros por debajo de la superficie, los ojos desorbitados y el aire tan cercano y tentador que abrí la boca para respirar…

   El agua me entró a chorro en la boca y por la garganta. Se apoderó de mí y ahí se acabó la cosa. Todo fue diferente.

   —¿Dónde está el cuarto de baño, por favor? —logro decir, levantándome—. Creo que voy a vomitar.

Hot Books
» House of Earth and Blood (Crescent City #1)
» A Kingdom of Flesh and Fire
» From Blood and Ash (Blood And Ash #1)
» A Million Kisses in Your Lifetime
» Deviant King (Royal Elite #1)
» Den of Vipers
» House of Sky and Breath (Crescent City #2)
» Sweet Temptation
» The Sweetest Oblivion (Made #1)
» Chasing Cassandra (The Ravenels #6)
» Wreck & Ruin
» Steel Princess (Royal Elite #2)
» Twisted Hate (Twisted #3)
» The Play (Briar U Book 3)
» The War of Two Queens (Blood and Ash #4)