Home > Todos mis amigos(2)

Todos mis amigos(2)
Author: Susana Rubio

   Hubiera ido hacia él para arrancarle aquella copa de las manos, pero no estaba en el centro de desintoxicación y tampoco tenía ningún derecho sobre él.

   Nuestros ojos volvieron a cruzarse y Kaney me sonrió antes de besar a aquella chica. Puse los ojos en blanco y desvié la mirada para encontrarme con los ojos de Enzo. Nos contemplamos sin pestañear unos segundos antes de retirar ambos la mirada casi al mismo tiempo. Estaba claro que él seguía en sus trece y que no había puesto en duda la palabra de su amiga.

   —¿Vamos a bailar? —propuso Edith intentando sacarme de aquel letargo.

   —¡Por supuesto!

   Aquellas personas humanas masculinas no iban a fastidiarme la noche.

   Nos reunimos con Luna, Sergio, Penélope y Hugo.

   —¿A mover el culo? —preguntó Luna al ver nuestras intenciones.

   Afirmamos con la cabeza y nuestras amigas se unieron a nosotras haciendo la conga y riendo como descosidas.

   Estuvimos un buen rato bailando y haciendo comentarios varios del personal que se nos acercaba con ganas de guerra.

   —Oye, Noa. —Luna se colocó a mi lado—. ¿Y el Zorro?

   La miré de soslayo intentando leer en sus ojos.

   —Nadie, un descarado que quería montárselo conmigo.

   —Pero ¿lo conocías?

   No quería mentir a Luna y tampoco decir que Kaney era paciente del centro. Había que respetar su intimidad y yo no podía ir pregonando por ahí que estaba enfermo.

   —Sí, sí, es amigo de una amiga y...

   —Y esta rubia preciosa ¿quién es?

   Kaney apareció de repente y se plantó delante de Luna con su sonrisa más carismática.

   —Es amiga mía —repuse, con intención de cortar cualquier acercamiento.

   No me apetecía mezclar mi vida privada con mi vida laboral.

   —¿Te importa pedirme una copa?

   —¿Cómo?

   Miré a Kaney frunciendo el ceño, pero no le dije nada. ¿Se había terminado ya el gin-tonic?

   —Es que le he prometido a una chica que no me acercaría a la barra y que no pediría nada.

   —¿Y eso? —continuó preguntando Luna.

   —Ya sabes, artimañas para ligar.

   Kaney me miró directamente y abrí la boca para rechistar, pero me lo pensé mejor porque no quería que Luna se enterara de quién era.

   —Pues si se lo has prometido deberías cumplirlo, ¿no crees? —le rebatió mi amiga.

   —¿Lo dices en serio, rubia?

   —¿Me ves cara de bromear?

   Me reí por dentro al ver cómo Luna le plantaba cara.

   —Está bien, sor Citroën.

   Luna soltó una de sus risotadas y yo me aguanté la risa como pude.

   —Me han dicho de todo, pero eso seguro que no.

   —Kaney, para servirte.

   Le hizo una reverencia y Luna le sonrió.

   —Luna, amiga de tu amiga.

   Ambos me miraron y yo protesté.

   —No es mi amigo.

   —No, no, soy algo más —comentó Kaney con chulería.

   Luna lo miró esperando que aclarara aquello.

   —Soy su paciente favorito.

   Menudo morro le echaba el chico... Sabía que no tenía abuela, pero ir pregonando por ahí que era alcohólico, como si no pasara nada, no era muy normal.

   —Vaya, vaya —comentó Luna mirándome con cierto reproche.

   —Sabes que no puedo hablar de mis pacientes —le dije rápidamente.

   —Por mí no te cortes, señorita psicóloga. Oye, rubia...

   Kaney le preguntó algo a Luna, sin embargo no le presté atención porque en ese momento me pareció reconocer a Alicia. ¿Era ella? Sí... joder, sí.

   Seguro que había quedado con Enzo y tendría que verlos pululando por allí como dos tortolitos. Eso ya era casualidad de la mala. ¿Por qué no se iban a su nido de amor?

   Me volví para localizar a Enzo, pero estaba de espaldas a nosotras. Quien sí nos miraba con poco disimulo era Martín. Charlaba con sus amigos, aunque con los ojos puestos en nosotras, en concreto en Edith. Estaba convencida de que Martín seguía pillado por ella, entonces ¿por qué no daba algún paso?

 

 

2

 

Sábado, Martín en el Mistic

   Dejé de mirar a Edith a escondidas para escribir con el móvil.

   Martín: Estoy bien, no te preocupes. De juerga en el Mistic con unos amigos.

   Daniela me había escrito para preguntarme cómo me iba. Mi mejor amiga sabía lo que había ocurrido con Edith y, aunque no compartía mi manera de proceder, estaba de mi parte.

   Cuando vi a Edith besando a ese tío me entraron todos los males. Y es que encima yo ya le había preguntado si tenía algo con alguien, refiriéndome a ese jefe suyo. La manera en que la miraba lo decía todo y Edith me lo había negado desde el primer día.

   Y si algo no soporto son las mentiras de ese tipo.

   Yo siempre he ido de cara y la mayoría de las chicas con las que estoy tienen claras mis intenciones. Nos enrollamos si queremos los dos y poco más. No prometo nada, no quiero ataduras y no busco el amor.

   Me enamoré una vez cuando era demasiado joven y creí morir cuando la encontré en brazos de un amigo. Aquello me marcó demasiado y me hizo ver la dura realidad: ni los amigos son tan amigos ni el amor es tan bonito como te hacen creer. A partir de ahí me dediqué a pasármelo bien y a dejar de lado las relaciones formales. El amor no era algo necesario, prefería las relaciones esporádicas. Cualquiera que me conocía lo sabía, incluso mi mejor amiga Daniela, con quien había tenido un rollo raro durante una temporada.

   Pero lo de Edith no era un simple rollo y nada más conocerla me di cuenta de que tenía algo especial que me atraía más que las demás. ¿Qué era? Parecía una tipa fría, y sin embargo su mirada era todo calidez; parecía que su sonrisa estaba estudiada y cuando soltaba una de sus inesperadas carcajadas me llenaba; parecía una cosa y era otra. Y aquello me tenía flipado.

Hot Books
» House of Earth and Blood (Crescent City #1)
» A Kingdom of Flesh and Fire
» From Blood and Ash (Blood And Ash #1)
» A Million Kisses in Your Lifetime
» Deviant King (Royal Elite #1)
» Den of Vipers
» House of Sky and Breath (Crescent City #2)
» The Queen of Nothing (The Folk of the Air #
» Sweet Temptation
» The Sweetest Oblivion (Made #1)
» Chasing Cassandra (The Ravenels #6)
» Wreck & Ruin
» Steel Princess (Royal Elite #2)
» Twisted Hate (Twisted #3)
» The Play (Briar U Book 3)