Home > El bosque de los cuatro vientos(6)

El bosque de los cuatro vientos(6)
Author: Maria Oruna

   —Sí, señor.

   —Bien. Le pide que le encuentre una... —y aquí el sargento revisó sus notas— chaquetilla nupcial blanca, porque no sabe si la ha perdido durante el banquete o en la sesión de fotos previa en el bosque. ¿Vamos bien?

   —Sí, señor, tal cual. Una chaqueta torera carísima, parecía piel de oso polar.

   —De acuerdo; usted decide ir personalmente al bosque a buscarla y cuando pasa cerca del antiguo huerto del monasterio se encuentra el cadáver...

   —Bueno, antes di una vuelta por el bosque —puntualizó la joven jefa de recepción—, porque ya le digo yo que se camina en diez minutos, y me sé bien todos los sitios adonde los fotógrafos llevan a las parejas de novios. Como no encontré la dichosa chaqueta en la antigua panadería, ni bajo los árboles más antiguos, regresé hacia el parador por si el fotógrafo los había llevado donde estaban antes las cocinas, que fuera hay una pía enorme donde a veces hacen fotos.

   —Y de camino se encontró a Comesaña en el huerto.

   —Sí, sargento. Tal cual.

   —Rosa, usted conoce muy bien el bosque del parador... ¿Vio algo que le llamase la atención, algo fuera de su sitio habitual?

   —Nada en absoluto —negó ella, convencida—. Ahora mismo, si le digo la verdad, solo tengo la imagen del cuerpo tirado sobre el suelo del bosque. Ya le digo que ni siquiera pensé en Comesaña al verlo —insistió—. Creo que la impresión fue tan fuerte que me desubiqué por completo.

   El sargento asintió, admitiendo con el gesto que aquella escena habría sido difícil de digerir para cualquiera.

   —¿Por qué cree que Comesaña entró en el bosque?

   —No tengo ni idea, la verdad.

   —¿Y cuántos accesos hay?

   —¿Cuántos? Pues, a ver, no sé..., la cafetería, el spa y el restaurante, supongo. Pero el acceso desde el spa lo tenemos normalmente cerrado.

   —¿Y el perímetro del bosque del monasterio está completamente amurallado?

   —Sí, ya lo ha visto. Es una muralla medieval, debe de llevar ahí cientos de años.

   El sargento se quedó pensativo, sopesando la información.

   —Y cámaras de vigilancia... ¿tienen?

   —Por supuesto, pero en la entrada o en los claustros, no en el bosque privado.

   —Entiendo... En todo caso, por si fuese necesario, por favor, conserven las grabaciones de esta noche. Por si hubiese que echarles un vistazo, ¿de acuerdo?

   —Lo que usted diga, sargento.

   Xocas sopesó la posibilidad de solicitar la revisión de las cámaras de inmediato, pero ¿para qué? En principio, la videovigilancia privada solía conservar las imágenes durante un máximo de un mes, y él tenía a un fallecido de infarto que había ido a morirse en un sitio un poco inusual, cierto, pero eso era todo.

   Además, en el bosque no había cámaras y sus accesos eran numerosos: la cafetería, el spa y el restaurante eran solo los caminos más habituales para entrar, pero Xocas ya se había fijado en que el muro medieval estaba semiderruido en varios puntos, por lo que cualquiera un poco ágil podría haber accedido al bosque por allí. Encima, con una boda de por medio, la noche anterior habría sido una locura, con el trasiego de personas y de caras desconocidas. ¿Por qué se complicaba tanto? Sencillamente, tenía a un individuo con sobrepeso que había muerto de un infarto después de su jornada doble de trabajo en un supermercado y en un apaño laboral como guía turístico. Normal que el pobre tipo estuviese agotado.

   —Sargento —le avisó la guardia Inés Ramírez, que había llamado a la puerta abriéndola al mismo tiempo—, tenemos ahí fuera a un antropólogo, un profesor universitario que asegura que investiga arte perdido o algo así..., dice que quiere hablar con usted.

   —¿Un antropólogo?

   —Oh, ¡será el señor Bécquer! —intervino la jefa de recepción, sorprendida.

   —¿Quién?

   —Jon Bécquer, un detective de arte robado que también es profesor de Antropología en Madrid. Si le digo la verdad, aunque es muy conocido, ahora mismo tampoco podría concretarle exactamente su actividad... ¿No les suena un reportaje del National Geographic sobre un anillo de Oscar Wilde que había sido robado en Inglaterra? Bécquer lo encontró y salió con su socio en todos los telediarios, y después... —La joven se detuvo un instante, como si necesitase hacer memoria—. Sí, después creo que encontraron una corona africana que llevaba veinte años desaparecida. En fin, ya sabe, esa clase de historias. Lleva aquí hospedado casi un par de semanas investigando leyendas, no sé si para uno de sus casos o para qué.

   —Leyendas... —repitió lentamente Xocas, con media sonrisa y sin ocultar su sorpresa—. Así que no sabe el motivo de la estancia del señor Bécquer en Santo Estevo.

   —Oh —se asombró la joven—, ¡nunca se me ocurriría preguntárselo! Sería una descortesía y una falta de discreción imperdonable. Tal vez haya venido simplemente a descansar... Pero sí le puedo confirmar que el señor Bécquer se ha mostrado muy interesado en todas las leyendas del monasterio y de la zona.

   El sargento tomó aire lentamente y pareció valorar aquella información con interés. Después, se volvió hacia la agente Ramírez.

   —¿Te ha dicho ese Bécquer por qué quiere hablar conmigo?

   —Sí, sargento. Por algo relacionado con el hombre que han encontrado muerto esta mañana. Dice que lo conocía y que cree que...

   Ramírez pareció darse cuenta de algo, así que miró a la jefa de recepción y después a su superior, dándole a entender a este que aquella información no podía decirla alegremente delante de un civil. Xocas comprendió el mensaje de inmediato, se disculpó con la joven un segundo y salió del despacho con Ramírez. Se quedaron junto a la puerta tras haberla cerrado.

   —A ver, ¿qué dice el detective?

   —Que cree que al monje lo han asesinado.

   —Joder. ¿Asesinado? ¿Y dónde está?

   —Allí, mi sargento, al fondo del pasillo. Es el alto, el que mira por la ventana.

Hot Books
» House of Earth and Blood (Crescent City #1)
» A Kingdom of Flesh and Fire
» From Blood and Ash (Blood And Ash #1)
» A Million Kisses in Your Lifetime
» Deviant King (Royal Elite #1)
» Den of Vipers
» House of Sky and Breath (Crescent City #2)
» The Queen of Nothing (The Folk of the Air #
» Sweet Temptation
» The Sweetest Oblivion (Made #1)
» Chasing Cassandra (The Ravenels #6)
» Wreck & Ruin
» Steel Princess (Royal Elite #2)
» Twisted Hate (Twisted #3)
» The Play (Briar U Book 3)